miércoles, 13 de junio de 2007

Estar enamorado es...

Anoche di un paseo por la Luna, caminé entre las rocas y en una vereda me deslicé, caí en una pequeña cascada de agua plateada y de corales de luz, me bañé en ella, jugué con la brisa y en ésta me sequé. Continué caminando y de pronto a lo lejos divisé una estrella... me acerqué a la orilla lunar y me senté... la estrella acariciaba la planta de mis pies mientras yo admiraba lo espectacular del universo.

En medio de tanta paz y tranquilidad pude considerar mis actitudes.



Y sí, sucede que muchas veces callo en lugar de hablar.

Sucede que muchas veces pienso y reflexiono en lugar de reír.

Sucede que muchas veces cierro los ojos en lugar de abrirlos.

Sucede que muchas veces me alejo en lugar de acercarme.

Sucede que muchas veces mi alma se pelea con mi razón en lugar de ir tomadas de la mano.

Sucede que muchas veces prefiero pasar sin ser advertido.

Sucede que muchas veces es más fácil escribir que demostrarlo o decirlo.


Por eso apelo a este "Post" para decirte lo mucho que te quiero, dedicarte este poema y agradecerte que aguantes mis estados lunáticos.


Estar enamorado, amigos, es encontrar el nombre justo de la vida.
Es dar al fin con la palabra que para hacer frente a la muerte se precisa.
Es recobrar la llave oculta que abre la cárcel en que el alma está cautiva.
Es levantarse de la tierra con una fuerza que reclama desde arriba.
Es respirar el ancho viento que por encima de la carne se respira.
Es contemplar desde la cumbre de la persona la razón de las heridas.
Es advertir en unos ojos una mirada verdadera que nos mira.
Es escuchar en una boca la propia voz profundamente repetida.
Es sorprender en unas manos ese calor de la perfecta compañía.
Es sospechar que, para siempre, la soledad de nuestra sombra está vencida.


Estar enamorado, amigos, es descubrir dónde se juntan cuerpo y alma.
Es percibir en el desierto la cristalina voz del río que nos llama.
Es ver el mar desde la torre donde ha quedado prisionera nuestra infancia.
Es apoyar los ojos tristes en un paisaje de cigüeñas y campanas.
Es ocupar un territorio donde conviven los perfumes y las armas.
Es dar la ley a cada rosa y al mismo tiempo recibirla de su espada.
Es confundir el sentimiento con una hoguera que del pecho se levanta.
Es gobernar la luz del fuego y al mismo tiempo ser esclavo de la llama.
Es entender la pensativa conversación del corazón y la distancia.
Es encontrar el derrotero que lleva al reino de la música sin tasa.


Estar enamorado, amigos, es adueñarse de las noches y de los días.
Es olvidar entre los dedos emocionados la cabeza distraída.
Es ir leyendo lo que escriben en el espacio las primeras golondrinas.
Es ver la estrella de la tarde por la ventana de una casa campesina.
Es contemplar el tren que pasa por la montaña con las luces encendidas.
Es comprender perfectamente que no hay fronteras entre el sueño y la vigilia.
Es ignorar en qué consiste la diferencia entre pena y alegría.
Es escuchar a medianoche la vagabunda confesión de la llovizna.
Es divisar en las tinieblas del corazón una pequeña lucecita.

Estar enamorado, amigos, es padecer espacio y tiempo con dulzura.
Es despertarse en la mañana con el secreto de las flores y las frutas.
Es liberarse de sí mismo y estar unido con las otras criaturas.
Es no saber si son ajenas o si son propias las lejanas amarguras.
Es remontar hasta la fuente las aguas turbias del torrente de la angustia.
Es compartir la luz del mundo y al mismo tiempo es compartir la noche obscura.
Es asombrarse y alegrarse de que la luna todavía sea luna.
Es comprobar en cuerpo y alma que la tarea de ser hombre es menos dura.
Es empezar a decir siempre y en adelante no volver a decir nunca.
Y es además, amigos míos, estar seguro de tener las manos puras.

opss me adelanté un día...
Tam :-)



Fuente: El Castillo de Lord

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