viernes, 20 de julio de 2007

FELIZ DIA DEL AMIGO

El Día Internacional del Amigo tiene origen en Argentina,
y se lo debemos a Enrique Ernesto Febbraro,
un profesor de Psicología, Músico y Odontólogo que
un 20 de julio, en honor a la llegada del hombre a la luna,
envió mas de 1000 cartas a diferentes países.
Le respondieron 700 personas y enseguida,
el Día del Amigo quedó instaurado en 100 naciones diferentes.
Su iniciativa tuvo éxito ya que cada 20 de julio, en muchos países,
los amigos esperan reunirse y dedican un día a la amistad.
Enrique Ernesto Febbraro fue candidato dos veces al Premio Nobel de la Paz.


En este día tan ESPECIAL, quiero saludar a todos los que se detienen un instante en estas páginas y nos obsequian unos minutos de su valioso tiempo. Espero que podamos ir generando por este medio, esa posesión tan valiosa y aveces esquiva en estos tiempos acelerados, que es la amistad. A la distancia un gran abrazo a todos. Y no olviden saludar a vuestros amigos.


Amistad

La amistad es un afecto muy hondo, es un lazo muy estrecho, es un sentimiento desinteresado y recíproco, un cariño tan íntimo, tan firme, tan duradero, tan lleno de abnegaciones, que es capaz de cualquier sacrificio y llegar hasta el heroísmo.

En efecto, la verdadera amistad sólo se manifiesta después de algunos años de trato íntimo y de inequívocas pruebas de cariño y desisterés.

La amistad no se conquista, no se impone, se cultiva como la flor, se abona con pequeños detalles de cortesía, de ternura y de lealtad, se riega con las aguas vivas del desisterés y del cariño silencioso. No importan las distancias, los niveles sociales, los años o las culturas. La amistad todo lo borra.

Aunque haya en el árbol de la naturaleza unas ramas más altas que otras, las almas de igual nobleza tienen el mismo origen, y así puede haber amistad entre mayores y menores, pues las amistades nobles proceden del alma.

No se necesita ver frecuentemente al amigo para que la amistad perdure. Basta saber que éste resposponderá cuando sea necesario, con un acto de afecto, de comprensión y aún de sacrificio.

De la amistad depende que nuestra vida sea una fiesta o un funeral solemne. Sin una mano amiga que le estreche, el hombre se desbarranca. Con una mano amiga, el hombre se redime.





Andrés D'amato



Saludos a todos

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