viernes, 6 de julio de 2007

Un buen trasero, suma puntos

Todos sudamos en el gimnasio para conseguir unos brazos de acero,un pecho de gladiador, unos abdominales como tabletas de chocolate o unas piernas parecidas a columnas salomónicas. Pero no hay nada más poco estético o atractivo, que un cuerpo bien musculado pero con una espalda en caida libre. Un buen trasero, con unos glúteos perfectamente torneado, sumarán más de diez puntos a nuestra figura, sobre todo a la hora de lucir esos vaqueros, que harán que propios y extraños se giren a nuestro paso.


En primer lugar, un par de apuntes sobre la utilidad de nuestro trasero, ya que el glúteo mayor interviene en casi todos los movimientos de nuestro cuerpo, como correr, saltar o agacharse. Si no dispusiéramos de estos músculos, caeríamos hacia delante al detenernos y no podríamos levantarnos.

Todos disponemos de este equipamiento, pero para darle volumen, hay que entrenar duro. Nuestro instructor o entrenador de gimnasio, puede facilitarnos una serie de ejercicios para que consigamos que este se torne duro como una roca.

Hay que tener en cuenta que, por su tamaño, el glúteo mayor es el músculo más grande del cuerpo, se extiende por las caderas y facilita la rotación exterior de los músculos. El glúteo mediano, permite sobre todo, la elevación lateral de la pierna y está en la parte exterior de las caderas.

El glúteo menor, tiene las mismas funciones que el anterior pero su tamaño es más pequeño y es menos fuerte. Si practicas algún deporte intenso donde corres y te mueves de un lado a otro, este músculo es el que más se resentirá, obsequiándote, al día siguiente, con unas molestas agujetas.
Hemos de tener en cuenta que una cosa es reforzar el músculo y otra muy distinta, que aparezca a la vista de forma majestuosa y un tanto impertinente. Aunque el entrenamiento de fuerza, reforzará el glúteo, la grasa en las caderas puede seguir ocultándolo. En este caso, tal vez deberás perder algún kilo, por lo que se recomienda seguir un entrenamiento de 3 o 4 sesiones de resistencia a la semana, combinado con una alimentación sana. Con ello conseguirás unos resultados más que visibles.

Si entrenas con máquinas, ten en cuenta una regla de oro: cuanto más inmovilizado tengas el tronco, más intenso y mejores resultados dará tu entrenamiento. Esto no nos ha de extrañar, ya que desde pequeños, hemos oído como nos indicaban, que la mejor forma de cargar pesos era manteniendo la espalda recta. Contrae además, en cada ejercicio, los glúteos. Eso optimizará el rendimiento.

Contra gustos no hay disputa, pero los hay que se pierden por esas oquedades, como hoyuelos, que pueden aparecer al lado de las nalgas. Estas se deben al glúteo mediano y se consiguen haciendo un sinfín de elevaciones laterales de piernas. Para ello, deberás tumbarte de lado, con la línea de las caderas perpendicular al suelo, apoyarte con el brazo de abajo y levantar u poco la pierna. Esa es la posición inicial; a continuación súbela lateralmente todo lo que te sea posible, para acto seguido, bajarla poco a poco. Laméntala de nuevo, justo antes de que las piernas se toquen. No negaremos que es un tanto difícil y agotador, pero los resultados valen la pena.

Y si todo esto parece demasiado complicado, siempre queda el recurso de la cirugía. Hoy en día lo puede todo y esculpir cada parte del cuerpo, ya resulta un lujo al alcance de cualquiera. Eso si, tras la intervención, será necesario un mantenimiento, para no volver a los orígenes.


No hay comentarios: